jueves, 21 de julio de 2011

Relatos: El caso de Sabrina, su enfermedad y su lucha

El 7 de mayo en ocasión de la Marcha Mundial de la Marihuana, conocí a Sabrina (por cuestiones personales es un nombre ficticio), una mujer de 55 años que desde hace 9 años padece y lucha contra un cáncer. Si bien conocía la Cannabis desde siempre, fue el diagnostico de su enfermedad lo que la motivó a cultivar su propia medicina, para proveerse de lo único que mitiga sus dolores y le abre el apetito. Como dice ella: “si no fuera por la marihuana ya me habría muerto”.

El pasado jueves salimos en “misión asistencial”, por decirlo de una manera, hacia el Partido de la Costa, lugar en donde vive Sabrina. El motivo era que nos cuente un poco cuáles son sus necesidades y ver entonces de que manera podemos sumar a su causa. Sabrina nos recibió muy cálidamente en su casa, muy humilde por cierto, y ya sentados todos en su living, flores mediante, comenzó el relato más espantoso que jamás me hubiera imaginado.



Un día como cualquiera, a las 8 de la mañana (cuando aun todos dormían) sintieron fuertes golpes en la puerta de su casa. Su marido se levantó para ver que estaba pasando y antes de poder llegar a abrir la puerta, la misma fue violentada por tres policías que irrumpieron en la vivienda de la peor manera posible, argumentando que tenían una orden de allanamiento que nunca mostraron.

Empuñando sus armas, entraron a los gritos, se metieron en los cuartos y levantaron a toda la familia a punta de pistola. En aquel tiempo, Sabrina y su marido vivían con sus tres hijos; dos menores y uno mayor de edad. Los llevaron al living donde los esposaron y los sentaron mientras uno de los policías los seguía apuntando constantemente. Los otros dos recorrían su casa, revisando todo lo que encontraban a su paso; rompiendo cosas, gritando y cagándose de risa.

Las horas pasaban y la orden de allanamiento no aparecía; los policías se instalaron como si estuvieran en su casa, se sentaron en la cocina y se comieron todo lo que encontraron, mientras que Sabrina y su familia no pudieron siquiera tomar un vaso de agua en las doce horas que duró la requisa.

Todo lo que encontraron en el jardín fueron cinco plantines de Cannabis de unos 10 a 15 cm aproximadamente. A las 8 de la noche llegó la orden de allanamiento y en ese momento se llevaron detenidos a Sabrina, su marido y su hijo mayor de edad. En el destacamento los separaron y Sabrina quedó sola. Finalmente fue a parar a “La Femenina”, la unidad de detención que funciona en la comisaria cuarta de Mar del Plata. Cuenta Sabrina: “Cuando nos separaron pensé que me moría”.

Permaneció detenida aproximadamente 50 días, en un lugar que tiene capacidad para doce personas, pero que en ese momento había alrededor de veinticinco. Una semana pasó hasta que recibio un colchón, todo sucio y con olor a pis; solo un colchón, ni mantas ni almohada. Por las noches, en la última ronda, una mujer policía cerraba las rejas de cada celda, aunque no todas. Algunas quedaban abiertas y las presas salían hacia otras celdas, de las que tenían llave, para hablar con los presos que estaban detenidos en la parte de varones que limita con este lugar. Lo mejor que le podía pasar si se le metían en la celda, era pasar toda la noche sin dormir y escuchando conversaciones (a los gritos) entre delincuentes de todo tipo.

Luego de 25 días de cautiverío, Sabrina comenzó a sufrir ataques de pánico, por lo cual todos los días hacía llamar a la ambulancia para que la lleven al hospital. La venía a buscar un patrullero del destacamento del Hospital Interzonal y cada vez que la veían, riendose le hacían chistes del estilo: “otra vez Sabrina, déjate de joder”. Ella, lejos de reirse , los cagaba a pedos diciendo: “Ustedes saben bien que yo no tengo que estar acá, así que cuando los llamo se vienen de raje, estamos?”; a lo q los policias respondían: “Está bien Doña, disculpe", asumiendo de esta manera que todo lo que estaba viviendo era un absurdo real. Cuando llegaba al hospital, muchas veces golpeada por otras presas, Sabrina se disculpaba con las enfermeras: “Perdónenme, pero si no salgo de ahí aunque sea por un rato creo que me voy a morir, no doy más! No doy más!“. Y así todos los días, hasta que finalmente fueron liberados porque la jueza determinó que el procedimiento era nulo por irregularidades; no paso nada. . .

Simultaneamente que sueltan a Sabrina y su familia, liberan a tres personas más que habían sido detenidas por los mismos policías. Les habían encontrado algo más que cinco plantines; se secuestraron en sus domicilios tres paquetes idénticos, con el mismo envoltorio y el mismo peso, que según dicen habían sido plantados por la misma fuerza policial.

Lo curioso del caso, es que Sabrina al igual que las otras tres personas, creen que habrían sido "entregados" por una persona conocida de ellos, que al ser detenida habría negociado su liberación inmediata a cambio de esta información. . . Sin palabras.

Después de todo esto, Sabrina fue instada a presentarse una vez por mes durante el tiempo que duro el proceso, en la oficina del juzgado. Allí le indicaban que tenía que asistir a un centro de recuperación del adicto para recuperarse de su “grave adicción a la Marihuana”. "Adicción" que fue mera interpretación de la fiscalía y que Sabrina no podía para de explicar de manera tan simple: “Usted no entiende , yo no soy adicta, necesito fumar Marihuana porque estoy enferma de cáncer, y el canceroso si no come se muere, y yo si no me fumo un porro no puedo comer. No me entra nada, no puedo dormir, me duele todo el cuerpo.” Tan simple y valido como aquel que recurre a la farmacia para paliar sus dolores. Hasta que finalmente un día dejaron de citarla, por lo que supone que todo quedo en la nada.

Ya pasaron varios años de estos acontecimientos y Sabrina volvió a cultivar. Lamentablemente muchas de sus plantas se las robaron. Ella afirma que son los mismos policías y cuenta: "Te tienen junado, ya saben que tenes plantas”; y agrega: “Asi que siempre vivis con miedo . . . “.

En un momento, se me ocurrió preguntarle porque no hizo juicio por los daños que le ocasionaron después de todo lo que le paso. A lo que me respondió: “Sabes que pasa, si yo hubiera hecho eso, me habrían tirado la puerta abajo una vez por semana... hasta el día de hoy... (risas); para hacer eso me tenía que mudar de ciudad (mas risas)”. De mas esta decir, que hoy día nadie se ha hecho responsable por los daños físicos y morales que sufrio ella y su familia.

Pareciera curioso que los tres médicos que atienden a Sabrina coinciden en afirmar que la Cannabis puede colaborar en mejorar su cuadro clínico general; que no existe ninguna vitamina o sustancia que abra el apetito y que de venderse el “Sativex” (medicamento que contiene THC) en Argentina, se lo recetarían sin ninguna duda. Para nosotros no lo es en lo más mínimo, pero seguramente para la mayoria que sigue pensando que estamos frente a una amenza para la sociedad, le parezca poco creible e irreal. Solo el tiempo les hara entender el daño que le están y han hecho a generaciones de personas y pueblos, que por la moral de un estado prohibicionista y una sociedad complice, debió y debe someterse a las peores crueldades y castigos.

3 comentarios:

hola yo tengo una amiga con cancer y cuando tenia nauseas por la quimioterapia le recomende que use canabis ,pero no queria fumarla,en el futuro voy a tratar de prepararla con manteca o capaz que con alcohol como si fuera una tintura madre que calculo que le haria el efecto de sacarle las nauseas,aunque ya termino sus sesiones de quimio y las nauseas le remitieron . y hay casos que se beneficiarian mucho si utilizaran el canabis, saludos

mi nombre es Marcela y hace ya un año que mi hijita de 12 años murio de un cancer terrible que hizo estragos de todo tipo, fue tan cruento que no dio respiro durante dos años de lucha y muchas operaciones, para las nauseas de las quimios que fueron inutiles le daban ondacentron que actua sobre el sistema nervioso y no es efectivo en todas las situaciones y nunca ninguno de los oncologos que la trataron propusieron la marihuana como medicacion, siendo que se guian por protocolos de quimioterapias que son mundiales y tengo entendido que en otros paises como EEUU la recetan y la proveen los propio medicos, porque esa parte del protocolo oncologico no se aplica en nuestro pais?, tienen idea de eso?

Hola Marcela, que bajon lo que contas... me dejas sin palabras sinceramente. Voy a tratar de averiguar eso y te lo respondo.

Hola Gabriel, la tintura es excelente, y si la haces bien fuerte ni te cuento. La manteca es muy buena tambien, el tema es que no todos los pacientes pueden comer... Hay un caso de una mujer que solo puede alimentarse a base de licuados de proteinas ya que no tolera ningun otro alimento, ella ahora usa un vaporizador.

Saludos!!

fumeta argento

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